Todas las criaturas vivientes constan de unidades individuales llamadas células. Cada célula está protegida del ambiente externo por una membrana celular que se comporta como una barrera química.
Todas las criaturas vivientes constan de unidades individuales llamadas células. Cada célula está protegida del ambiente externo por una membrana celular que se comporta como una barrera química. Para funcionar, las células requieren una variedad de productos químicos como oxígeno, sales y glucosa. Estos materiales pueden ingresar a la célula al difundirse a través de la membrana celular.
Difusión
La difusión es el proceso mediante el cual las moléculas se mueven desde una posición de alta concentración a una posición de menor concentración. El proceso de difusión se debe a la distribución aleatoria de velocidades de las moléculas y depende en gran medida de variables físicas como la temperatura. La difusión es esencial para el transporte de moléculas a través de las membranas celulares y ayuda a proporcionar oxígeno, glucosa y sales.
Glucosa
Las células necesitan alimentarse de glucosa para generar energía. Una molécula de glucosa consta de seis átomos de carbono, 12 átomos de hidrógeno y seis átomos de oxígeno. El movimiento de glucosa hacia adentro y hacia afuera de las células biológicas tiene lugar a través del proceso de difusión facilitada. En este proceso, el movimiento de la molécula es impulsado por difusión pero facilitado por proteínas transportadoras especiales dentro de la membrana celular.
Oxígeno
La respiración es el proceso por el cual las células producen energía a partir de la glucosa. El proceso requiere oxígeno y produce dióxido de carbono como producto de desecho. Dado que la respiración se produce dentro de la célula, el oxígeno debe difundirse desde la sangre a través de la membrana celular. Las moléculas de oxígeno son lo suficientemente pequeñas como para poder difundirse a través de la membrana celular directamente sin la ayuda de proteínas transportadoras. Esto se conoce como difusión pasiva.
Sodio
Los iones de sodio juegan un papel activo en la regulación de los niveles de agua dentro de las células, además de producir señales eléctricas en las células musculares. Las membranas celulares contienen canales acuosos especiales que permiten que el agua entre y salga de la célula. Dado que el sodio se disuelve en agua, puede difundirse dentro y fuera de las células al fluir a través de estos canales.
