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Frases de Anselm Kiefer

Las ruinas, para mí, son el comienzo. Con los escombros, puedes construir nuevas ideas. Son símbolos de un principio.
El arte es anhelo. Nunca llegas, pero sigues con la esperanza de que lo harás.
La vida es una ilusión. Me mantengo unido en la nada por el arte.

¿Qué hace el artista? Él dibuja conexiones. Él ata los hilos invisibles entre las cosas. Se sumerge en la historia, ya sea la historia de la humanidad, la historia geológica de la Tierra o el principio y el final del cosmos manifiesto.
La historia habla a los artistas. Cambia el pensamiento del artista y lo está cambiando constantemente en imágenes diferentes e inesperadas.
Si hago algo que deprime, no es porque estoy deprimido, sino porque la vida política y la historia son deprimentes.
Yo creo en espacios vacíos; Son lo más maravilloso.
La historia está formada por las personas, los que tienen poder y los que no tienen poder. Cada uno de nosotros hace historia.
No contento, pero el camino que toma el artista, es la parte interesante.
Pero creo sobre todo que quería construir el palacio de mi memoria, porque mi memoria es mi única patria.
Crecí en un bosque. Es como una habitación. Esta protegido Como una catedral … es un lugar entre el cielo y la tierra.
Me interesó la trascendencia desde muy temprana edad. Me interesaba lo que estaba allí, lo que estaba detrás de la vida. Así que cuando tuve mi primera comunión me decepcionó mucho. Había esperado algo sorprendente, sorprendente y espiritual. En cambio todo lo que conseguí fue una bicicleta. Eso no era lo que buscaba en absoluto.

El arte realmente es algo muy difícil. Es difícil de hacer y, a veces, es difícil de entender para el espectador. Es difícil averiguar qué es arte y qué no es arte.
La razón de este proyecto viene de mi infancia, eso está claro para mí. No tenía juguetes. Entonces, jugué en los ladrillos de edificios en ruinas a mi alrededor y con los que construí casas.
Estoy en contra de la idea del fin, que todo culmina en el paraíso o el juicio.
Podría haber nacido en un sentido muy literal de caos, pero en realidad ese estado es verdadero para todos nosotros.
Cuando, a fines de la década de 1960, me interesé en la era nazi, era un tema tabú en Alemania. Nadie más habló de eso, ni más en mi casa que en ninguna otra parte.
Debido a mi educación calvinista, fui entrenado para pensar que lo que haces tiene que tener un propósito.
Comprar arte no es entender el arte.
Creo que el arte tiene que asumir la responsabilidad pero no debe dejar de ser arte.
Cuando veo a un nuevo artista, me doy mucho tiempo para reflexionar y decidir si es arte o no.
Pero tampoco debemos olvidar la diferencia entre lo que primero me motivó y el trabajo que es el resultado.